Psicoterapia Asistida Con Animales

Desde el origen de la humanidad, las relaciones de los humanos con los animales han tenido siempre un sentido que ha ido mas allá de la mera relación alimenticia, de utilidad para el progreso o para las guerras.

Los seres humanos y los animales han desarrollado intercambio y comunicación en más áreas de las que normalmente alcanzamos a ver.

¿Qué características tiene una relación terapéutica?

En el sentido más amplio, una transacción terapéutica se caracteriza porque se llega de un determinado ánimo a ella y se sale mejor, con sentimientos más nobles, con mayor consciencia y con más energía vital.

Los animales y en concreto algunos de ellos que mencionare a continuación, pueden ayudarnos a mejorar la calidad de vida, a mejorarnos como personas abriendo nuestra consciencia y sensibilizándonos en la comunicación no verbal, lo cual representa uno de los medios más potentes para poder expresar sin juicios de valor nuestros sentimientos. Es decir, las relaciones con ciertos animales pueden ser, en el sentido que he dicho antes, terapéuticas.

La «biophillia» es decir, el amor a la vida, es una de las emociones mas curativas. Se trata de una emoción que cura otras emociones. Ella aparece cuando con consciencia nos acercamos a la naturaleza, y por lo tanto a animales que están cercanos a su medio natural.

La Psicoterapia Asistida con Animales se lleva a cabo cuando existe un psicoterapeuta especializado, un animal que se elige en función de la facilidad y también de su idoneidad para la dolencia que se quiera tratar. Si la relación no es terapéutica para todos los componentes del grupo, ésta no ha funcionado. Con esto quiero decir que también tiene que ser terapéutica para el animal. Es importante señalar que éste debe estar en buenas condiciones físicas y emocionales.

Se pueden tratar con probabilidades de éxito, midiendo el éxito por los objetivos que se tienen previamente, evaluando la capacidad terapéutica de la situación, las siguientes dificultades:

• Sociopatías

•Depresión

•Ansiedad y todas las consecuencias que se derivan de ella

•Toxicomanías

•Discapacidades : autismo, parálisis cerebral, síndrome Down, parálisis, parapléjias etc etc

•Rehabilitación por accidentes

•Crisis existenciales


Y en general, abriendo los sentidos, podemos todos los seres humanos establecer relaciones que sean bidireccionalmente terapéuticas con los animales.

Aquellos que son especialmente terapéuticos por su disponibilidad en medios naturales para hacer psicoterapia y a los que voy a dedicar unas líneas son:  

En primer lugar los delfines, ellos nos transmiten sus sonidos de ondas alfa a través de su «ecolocalización», es decir, mediante el recurso con que la naturaleza les ha provisto para capturar presas y reconocer su entorno. De su «sonar» salen sonidos que influyen directamente en nuestro sistema nervioso, primero nos escanean para ver cómo estamos, de una manera «holística», es decir, en nuestras tres dimensiones, corporal, mental y también en nuestro sistema de valores. Y si el momento es adecuado comenzarán a mandar ondas capaces de equilibrarnos y hacernos sentir muy bien, muy a gusto.

Los caballos son animales muy nobles, de una gran dignidad, no se humillan para pedir afecto, hay que ganárselos, así como su confianza. Su enorme tamaño y poder, así como las características de su personalidad o su idiosincrasia, les hace especialmente terapéuticos para sociopatias y también para la rehabilitación motora del organismo.

Los perros adoptan una actitud afectiva y de gran apego hacia el ser humano sin hacer juicios de valor, además pueden ser excelentes guías. Son lúdicos, afectivos, juguetones y están a nuestro lado fielmente durante toda su vida. Acariciar a un perro o a un gato baja las constantes de tensión arterial, frecuencia de respiración y latidos cardiacos. Fomenta la amistad entre los dueños y la responsabilidad de su cuidado en los niños. En residencias de ancianos, cuando se introducen perros se da la circunstancia de que tales ancianos reciben menos visitas del médico, pero más de sus familiares.

El gato nos enseña a estar relajados con consciencia. El gato puede estar durmiendo, pero al mismo tiempo está enterándose de todo lo que ocurre a su alrededor. No hay gato estresado. Su ronrroneo fomenta las emociones positivas, y sus pequeñas señales de afecto son muy bien recibidas por sus dueños. Recomendado especialmente para personas que están o se sienten muy solas y no pueden dedicar mucho tiempo al cuidado de su mascota.

Los animales de granja tienen mucho miedo, mas miedo a lo mejor que nosotros cuando estamos atemorizados. Cuando uno consigue tranquilizar a un animal de granja, se esta tranquilizando también a sí mismo. Acariciar un conejo, una gallina o un cerdo puede resultar catártico, ya que no se suelen dejar acariciar mas que si tienen confianza en uno. Y eso es muy bueno para personas tímidas, retraídas, con temores, introvertidas y que buscan expansión.

Se pueden establecer otro tipo de relaciones con otros animales, pero aquí estamos hablando de Psicoterapia Asistida con Animales. Las relaciones de los seres humanos con los loros y demás aves, serpientes o reptiles en general, pueden ser terapéuticas, así como con otros mamíferos tales como monos, otros felinos, lobos etc. Pero no se utilizan de momento los animales salvajes para psicoterapia. No obstante hablaremos también sobre ellos.

La Psicoterapia asistida con Animales va indisolublemente unida al respeto por el mundo animal, por la Naturaleza, y requiere para su optimización de un cierto espíritu ecologista. Fomenta la apertura de los sentidos, el estar más atento a las señales no verbales que se reciban del animal y de todas las circunstancias que rodean esa interacción.

La apertura de los sentidos, las emociones curativas, la ausencia de juicios de valor, el acercamiento a la Naturaleza, no solo animal, sino también vegetal y paisajística, el encuentro con el instinto y la emoción primaria desprovista de pensamiento racional, y las puntuales intervenciones del psicoterapeuta y del coterapeuta animal, ayudan a curar los males y a mejorar las relaciones con uno mismo, y por tanto también las interpersonales, base fundamental para la adquisición de la confianza en uno mismo, para poder salir adelante con inteligencia emocional y salud.

Dentro de conglomerados urbanos alejados de la naturaleza, introducir un animal en la vida de uno siempre es estimulante, alivia el dolor, desbloquea el afecto y le pone al ser humano en contacto con su mas primario instinto de conservación, de supervivencia. 

Este método siempre ha de ir unido y asociado a una psicoterapia o bien individual o bien grupal para la puesta en palabras de las sensaciones, sentimientos, pensamientos e intuiciones. La expresión verbal es característica del ser humano, y por tanto la continuación en consulta en donde se hable de lo experimentado es importante, así como las conclusiones que se puedan haber rescatado y aprehendido de la interacción con los animales.