Educar al voluntario

No debemos olvidar que el voluntario, colaborador o socio de una protectora de animales es, por la opción que ha elegido, alguien muy proclive a una relación emocional demasiado fuerte con éstos, por lo que habría de tener siempre en cuenta unos consejos básicos a seguir en su actuación:

1.      Conocer siempre los teléfonos de información y ayuda para el caso de encontrarse un animal herido o muerto.

2.      No asustarse cuando, al estar la colonia estable ya controlada, los gatos no aparezcan corriendo al reclamo de la comida: el gato de la colonia bien cuidada, simplemente, ya no pasa hambre.

3.      El gato callejero no debe ser llevado a un refugio: un refugio no es un hogar, sino un lugar donde va a llevar una convivencia inestable con otros ejemplares y donde no va a tener libertad. La colonia bien controlada genera un gato feliz de vivir en su entorno.

4.      El gato callejero no es necesariamente un gato abandonado o maltratado: véase la introducción a este Protocolo.

5.      La colonia estable de la que nos ocupemos no ha de tener una presencia ostentosa —construyendo en ella excesivas infraestructuras para los gatos, por ejemplo— ni demasiada publicidad que pueden terminar convirtiéndola en lugar de abandono.

6.      Una colonia pequeña, de 5 o 6 gatos, es fácil de controlar en poco tiempo; a partir de ahí debe actuarse con mayor perspicacia y, a la vez, perseverancia, pues como se ha explicado antes los gatos empezarán a desconfiar de las trampas.

7.      Funcionamiento de una trampa: obviamente la puerta de la jaula estará abierta; se habrá dejado un rastro de comida húmeda desde la entrada hasta la plataforma central, mecanismo que activa el cierre de la jaula al ser pisado por el gato. La jaula ha de cubrirse con un paño o toalla para que el gato se tranquilice; después se apoya su parte trasera contra una pared para que los movimientos bruscos del gato no desbaraten la operación de que éste pase al transportín, que pondremos puerta con puerta con la jaula para que al levantar la puerta de ésta el gato termine pasando al transportín.

8.      El transportín es mejor llevarlo en brazos para evitar que el balanceo empeore la situación de miedo del gato y sus esfuerzos por escapar.

9.      Las gatas embarazadas son las primeras que ha de intentarse capturar para practicarles al mismo tiempo una ovariohisterectomía y un aborto.

10.  Del mismo modo los gatos más pequeños han de dejarse para el final: su esterilización es la que menos prisa corre.

11.  La esterilización es necesaria tanto para machos como para hembras: la esterilización sólo de hembras provocaría un intenso malestar en los machos.

12.  Distinguiremos a los individuos esterilizados por la marca de pintura.

13.  Un pelo brillante y bien peinado identifica al gato sano.

14.  Allí donde el proyecto de control de colonias haya de ser explicado o publicitado más allá de lo normal, ha de incidirse en el aspecto ecológico del mismo, en la buena imagen que depararía la esterilización frente a la eliminación de los animales y en el papel que éstos cumplen en el control de plagas de roedores. En todo caso el trato con las comunidades que soportan las colonias debe ser diáfano y cortés: que en ningún caso puedan identificar al voluntario o a su labor como a un enemigo.

15.  En caso de habitar la colonia un solar que va a ser edificado se debe trasladar progresivamente la fuente de alimentación para atraerlos hacia un nuevo lugar seguro.

16.  Si encontramos un grupo de gatitos pequeños cuya madre no aparece por ningún lado debemos llevarlos al veterinario para su puesta en regla y después, por medio del reparto de fotografías, intentar su adopción, ya que están en la edad de más fácil salida.

17.  La colonia debe alimentarse siempre con comida seca para evitar tanto los malos olores de la podredumbre de la comida de restos como de las defecaciones blandas producidas por las gastroenteritis que en los gatos genera este tipo de comida.

18.  Si la colonia estable vive en una zona verde o con tierra fácilmente removible no suele haber problemas excrementicios, pues los propios gatos entierran sus defecaciones; en caso contrario la colocación estratégica de unos cuantos recipientes baratos de plástico cargados de arena resolverá el problema.

19.  El correcto control de la colonia pasa por cubrir y tener al día un formulario que será reflejo de cada gato 

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